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Shawshank Redemption: secretos desde dentro de la prisión cinematográfica más conmovedora


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En La Cuarta Pared nos fascina asomarnos detrás del telón, justo ahí donde los grandes relatos del cine cobran forma. Y si hay una historia que merece esa mirada es The Shawshank Redemption (Cadena perpetua, para los hispanohablantes). Una película que, aunque hoy reina en la cima del ranking de IMDb, en su estreno pasó prácticamente desapercibida. ¿Cómo pudo una cinta tan perfecta —basada en una novela de Stephen King y con un guion que Tim Robbins describió como “el mejor que ha leído”— tener un comienzo tan difícil?


La historia detrás de cámaras es tan intensa como la que vemos en pantalla. Frank Darabont, un director novato pero obsesionado con su visión, trabajó jornadas de 18 horas durante semanas enteras para lograr el tono preciso. Fue tal su perfeccionismo que Morgan Freeman terminó con el brazo lesionado tras repetir una misma escena de béisbol durante casi nueve horas. Y ni hablar de la escena en la azotea: los actores realmente tuvieron que extender alquitrán bajo el sol. Eso sí, luego vino la recompensa —en la ficción y en la vida— con cervezas frías y lágrimas de emoción en el equipo técnico tras lograr la toma perfecta.


Y, como si fuera sacado de un cuento de amistad verdadera, Stephen King vendió los derechos de la historia a Darabont por un simbólico dólar… y nunca cobró el cheque. De hecho, lo enmarcó y se lo devolvió al director tras ver cómo su relato se transformaba en una joya del cine. El final que hoy todos recordamos —ese encuentro en la playa que nos reconcilia con la esperanza— estuvo a punto de no existir. La versión original terminaba con Red en el autobús, solo y esperanzado. Pero el cine, a veces, sabe que necesitamos más que una metáfora: necesitamos ver el abrazo.


Si aún no la has visto, esta es tu señal. Y si ya la conoces, quizás ahora la veas con otros ojos. Porque The Shawshank Redemption no solo es una gran película. Es también una lección de paciencia, convicción y amistad… dentro y fuera de la pantalla.

 
 
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